noviembre 4, 2021 SETEFE Leon Bonilla
Edgar es un productor agrícola que reside en el cantón Los Planes, del
municipio de Citalá, Chalatenango, nos comenta que siempre se ha dedicado a la
agricultura, principalmente al cultivo de tomate, que para su manejo utilizaba
el método tradicional que todo productor de la zona lo ha hecho. Es el caso que
para el manejo de las plagas y enfermedades de su cultivo lo hacía con el
empleo de agroquímicos altamente tóxicos. Pero ya iniciaba haciendo sus primeros
ensayos con el uso de la planta de chichicaste, que le habían recomendado que
estimulaba el crecimiento de la planta (hormona).
Además, para la nutrición de sus cultivos, lo hacía con fertilizantes a
base de fórmulas químicas 15-15-15, y fertilizantes foliares usaba foliares
químicos.
Para el control de plagas y enfermedades lo hacía a través de la compra
de pesticidas químicos, monarca, tigre.
Para la cobertura de sus cultivos ha utilizado el agribon, para evitar
el ataque de insectos chupadores.
Para el riego de sus cultivos lo hacía con aspersores, sistemas pocos
eficientes, que se requiere de aplicación de grandes volúmenes de agua para el
riego de su cultivo de tomate.
Aporte del proyecto para su
crecimiento como agricultor.
Fue identificado y seleccionado por el proyecto, porque es un productor
de hortalizas, entre los aportes que él considera significativos se tiene: el
apoyo con un reservorio de agua para riego con 100 metros cúbicos de capacidad
de almacenamiento; el aprendizaje en la fabricación de fertilizantes foliares
como supermagro; foliares para el control de enfermedades tales como, M-5, para
todo, caldo sulfo-calcico. Además, tiene muy presente el aprendizaje que tuvo
en la participación del diplomado en Agricultura Sostenible, en donde le
enseñaron como cuidar el suelo con las prácticas de conservación de suelos, el
aprendizaje en el uso de sistemas de riego por goteo. En sus palabras menciona “El conocimiento es importante, a
veces no se hacen las cosas porque no se saben”; además reconoce los
aportes del proyecto, “para mí 100% han apoyado, se ha apoyado a
todos”.
“Se siente mejor, más fácil soluciona los problemas que se presentan en las plantas”. Además, con la participación en el diplomado para jóvenes de agricultura sostenible, ha puesto en práctica las enseñanzas, sobre todo, las prácticas de conservación de suelos, le queda demostrado que la tierra no se lava y esta se conserva aún más.